Nada me despierta más ilusión y nostalgia que una sesión de familia al atardecer, y más si es en Cercedilla. Las tardes de verano siempre me recuerdan a la infancia, donde parecía que el día no terminaba nunca y podía jugar sin fin hasta caer agotado con la puesta del sol. Afortunadamente, son varias las familias que quieren guardar este tipo de recuerdos, y mucho más después de todo lo que vivimos con la pandemia y el confinamiento. En esta ocasión voy a enseñarles la sesión de esta familia que conozco desde hace muchos años. Ellos recibieron como regalo una sesión fotográfica de parte de alguien que los quiere mucho y este es el resultado de la misma.
Sesión de familia al atardecer en Cercedilla
Comenzamos nuestro paseo por uno de los tantos sitios bonitos de nuestro pueblo que les recomendé para la sesión. Mientras disfrutábamos de las vistas a los Siete Picos, poco a poco, comenzamos a jugar con los peques y así obtuve las primeras imágenes. Me gustan las fotografías naturales, donde se aprecian las emociones y sentimientos. Me gustan las miradas, los gestos, los mimos, los besos, las sonrisas, cada detalle que define a la relación de los hijos y sus padres. Por eso, durante la mayor parte del tiempo estoy provocando interacciones para obtener este tipo de fotografías. Todo esto no quita que en algún momento, realicemos algún retrato donde todos miran a cámara, aunque como dije anteriormente, prefiero otro tipo de imágenes. Después de descansar en un raso y aprovechar para retratarlos sentados y bien juntitos, comenzamos a subir a uno de los tantos cerros de la sierra de Guadarrama.
En las sesiones familiares, siempre me gusta retratar a la pareja mientras los peques están entretenidos con algo. La experiencia personal y como fotógrafo me indica que con la llegada de los hijos, cada vez son menos las fotografías que los padres suelen tener como pareja. Por eso, en cada sesión de familia, me encanta regalarles un ratito de intimidad y retratarlos durante el mismo. Este suele ser uno de mis momentos preferidos en estas sesiones!!!
La puesta del sol
Cuando llegamos a la cima del cerro, los invité a jugar a muchas cosas y así pude obtener fotografías espontáneas, divertidas y emotivas. Siempre intento programar las sesiones para que coincidan con el momento de la puesta del sol ya que esa luz le de un aire mágico a las imágenes que me encanta. Una vez que el sol ya se escondió totalmente, dimos por finalizada la sesión con un retrato familiar para que guarden por siempre el recuerdo de esta tarde tan bonita.
A continuación dejo el resumen de esta hermosa sesión fotográfica de familia.
Si te gusta este tipo de sesiones y quieres más información no dudes en escribirme!!! Estaré encantando de escucharte y ayudarte a guardar el mejor recuerdo de tu familia y la infancia de tus hijos. El tiempo es implacable y pasa muy rápido!!! Además, el verano es ideal para estas sesiones de familia al aire libre que tanto me gustan!!!