Cuando supe que tendría la oportunidad de cubrir una Boda en la finca El Tomillar de Guadarrama, con una pareja que confiaba plenamente en mí, sentí algo maravilloso. Bea y Paul llegaron hasta mí por recomendación de un fotógrafo que conocemos en común. Desde el primer momento, Bea me manifestó que quería que fuera el fotógrafo de su boda y que no existía ninguna otra posibilidad que no fuera esa. Que una novia tenga las cosas tan claras, es una satisfacción y a la vez una responsabilidad muy grande. Esta es una de las cosas más bonitas que uno puede sentir como fotógrafo.
Boda en la finca El Tomillar
A lo largo del día, el cielo estuvo amenazando con llover. Afortunadamente, esto no fue así y las nubes le dieron un marco más bonito (si es esto posible) a la capilla. La boda comenzó un poco antes del atardecer y fue muy dinámica, emotiva y divertida. Participaron en ella muchos familiares y amigos, por lo que no tuvo respiro y ofreció muchos momentos emotivos que capturar.
Fotografía de boda al atardecer
Cómo fotógrafo de bodas, el reportaje de casados es una de las partes que más disfruto. Además, este es uno de los pocos momentos a solas que vas a tener con tu pareja durante la celebración de tu boda. Por todo esto, una vez finalizada la ceremonia, nos tomamos 20 minutos para realizar algunas fotografías. Bea y Paul disfrutaron mucho de este ratito y no tuvieron ninguna prisa, por lo que pude trabajar con ellos cómodamente. Tuvimos la suerte de poder aprovechar la hermosa luz que nos brindaba el atardecer. La novia estaba guapísima con el tocado maravilloso de Graellsia Madrid, que tiene su tienda en Cercedilla, nuestro pueblo.
El cóctel y el banquete de Cortes de Moraga
Mientras tanto, los invitados ya estaban disfrutando del exquisito catering ofrecido por Cortés de Moraga. La decoración de la finca es maravillosa, tiene mil y un detalles que apreciar y que sin lugar a dudas llaman muchísimo la atención.
Durante la cena se presentaron también muchos momentos emotivos, ya que Bea y Paul tuvieron sorprendieron con algunos detalles a todos sus invitados. A su vez, también han recibido varios detalles y palabras de sus seres queridos, siendo una cena por demás de entretenida.
La fiesta con música en vivo
Terminada la cena, los invitados se desplazaron a la zona de la discoteca para disfrutar del baile nupcial la música en vivo y la fiesta que tuvo muchísimo ritmo!
Ese ha sido el resumen del día en que Bea y Paul celebraron su boda en la Finca el Tomillar.
Finca: El Tomillar
Catering: Cortés de Moraga
Sonido: High Volume Event
Tocado: Graellsia Madrid
Zapatos: Jimmy Choo
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